CINEASTAS EN UN SOLO PLANO. Óscar Fernández Orengo

Calle Larios
Del 21 al 30 de agosto
Acercarme a un cineasta para retratarle no es una tarea fácil, proponerles que se expongan delante de una cámara fotográfica sin que pierdan su naturalidad, evitar que se oculten tras una máscara afable o marquen una distancia visible entre el fotógrafo y el retratado. Romper desde el minuto uno la extrañeza razonable de dos desconocidos que se ven por primera vez. El tiempo que dispones para retratarles es un factor determinante, la luz y el espacio también.
Son varios los motivos que justifican mi interés desmedido por retratar cineastas, pero sin duda alguna, el principal de todos ellos es crear un archivo fotográfico con un remarcado carácter documental lo más extenso y minucioso posible con el único propósito de acercar el séptimo arte al público en general y despertar su interés por descubrir un sinfín de películas de todos los géneros que con mucha probabilidad estimularán sus emociones y que en el mejor de los casos podrían llegar a ser una experiencia absolutamente reveladora.
Para la edición 23 de Festival de Málaga he propuesto una selección inédita de 78 retratos de cineastas españoles y latinoamericanos de varias generaciones que representan el pasado, presente y futuro de nuestro cine. Un caleidoscopio muy rico y amplio donde figuran cineastas como Víctor Erice, Fernando Birri, Josefina Molina, Luis Puenzo, Carlos Saura, Lucrecia Martel, Javier Fesser o Carla Simón entre otros.
Cineastas retratados en formato cuadrado y película en blanco y negro donde la mayoría de ellos se encuentran en sus lugares o espacios más cotidianos. Mi amor incondicional por los grandes maestros clásicos de la fotografía como Arnold Newman o David Goldblatt me han influenciado considerablemente.
La experiencia conmovedora de compartir un rato breve o un día entero con un cineasta , conseguir que participe y se implique en su retrato sin que la cámara fotográfica le incomode. Conversar sobre cine y despreocuparme de hacer más fotos. Documentar sus espacios más transitados. Despedirnos sabiendo que habrá un segundo encuentro. Lograr en un solo plano que nadie le olvide.
Óscar Fernández Orengo
Del 21 al 30 de agosto
Acercarme a un cineasta para retratarle no es una tarea fácil, proponerles que se expongan delante de una cámara fotográfica sin que pierdan su naturalidad, evitar que se oculten tras una máscara afable o marquen una distancia visible entre el fotógrafo y el retratado. Romper desde el minuto uno la extrañeza razonable de dos desconocidos que se ven por primera vez. El tiempo que dispones para retratarles es un factor determinante, la luz y el espacio también.
Son varios los motivos que justifican mi interés desmedido por retratar cineastas, pero sin duda alguna, el principal de todos ellos es crear un archivo fotográfico con un remarcado carácter documental lo más extenso y minucioso posible con el único propósito de acercar el séptimo arte al público en general y despertar su interés por descubrir un sinfín de películas de todos los géneros que con mucha probabilidad estimularán sus emociones y que en el mejor de los casos podrían llegar a ser una experiencia absolutamente reveladora.
Para la edición 23 de Festival de Málaga he propuesto una selección inédita de 78 retratos de cineastas españoles y latinoamericanos de varias generaciones que representan el pasado, presente y futuro de nuestro cine. Un caleidoscopio muy rico y amplio donde figuran cineastas como Víctor Erice, Fernando Birri, Josefina Molina, Luis Puenzo, Carlos Saura, Lucrecia Martel, Javier Fesser o Carla Simón entre otros.
Cineastas retratados en formato cuadrado y película en blanco y negro donde la mayoría de ellos se encuentran en sus lugares o espacios más cotidianos. Mi amor incondicional por los grandes maestros clásicos de la fotografía como Arnold Newman o David Goldblatt me han influenciado considerablemente.
La experiencia conmovedora de compartir un rato breve o un día entero con un cineasta , conseguir que participe y se implique en su retrato sin que la cámara fotográfica le incomode. Conversar sobre cine y despreocuparme de hacer más fotos. Documentar sus espacios más transitados. Despedirnos sabiendo que habrá un segundo encuentro. Lograr en un solo plano que nadie le olvide.
Óscar Fernández Orengo