08/03/2023
Este jueves 9 de marzo, a partir de las 20:00 horas, La Casa Amarilla (C/Santos 7. Málaga) acoge la inauguración de la exposición de la artista gallega, que tendrá continuidad hasta el 30 de abril.
La vergüenza no existe en la obra de Yolanda Dorda (A Coruña), a no ser para aquellos que padecen de una definición poco acertada de sí mismos.
Son, quizás, los momentos de soledad los que determinan quienes somos. Espacios cortos de tiempo en los que nos olvidamos de la imagen que mostramos y simplemente nos permitimos ser. Una vida alejada de lo público, e incluso de lo privado. Una vida íntima, que solo conocemos nosotros y un reducido número de personas a las que permitimos el acceso. Yolanda Dorda trabaja desde esa intimidad y es desde ahí que nos sumerge en la intimidad de los deseos humanos.
Enfrentarnos a la obra de Dorda nos obliga a eliminar nos tabúes y las ataduras, nos enfrenta a la realidad sin adornos, a la lucha, a la reflexión y a la revelación de emociones pocas veces transitadas. Esta realidad es para muchos el reflejo de sus miedos y para otros una puerta abierta a lo esencial de la existencia: vivir. Yolanda explora la sumisión consentida y la intimidad femenina, sin ataduras físicas o morales, sin olvidar la denuncia al uso de la mujer como objeto sexual. Una lucha más allá del compromiso social que nos hace reflexionar sobre la necesidad de recular, de tomar distancia y permitirnos empezar de nuevo, construyendo una sociedad en el que mujeres y hombres seamos, simplemente, seres humanos.
Mujeres desfiguradas por una paliza o por la presión social de la perfección física. Mujeres condenadas por el libre uso de su sexualidad. Mujeres que utilizan su derecho a expresar lo que sienten sin miedo al juicio moral. Mujeres que no se avergüenzan de serlo.
En 1914, Mina Loy redactó (sin saberlo) el primer manifiesto feminista de la historia, años antes de que las mujeres incluso pudieran votar. Loy fue una artista en toda la dimensión de la palabra: pintora, escritora, dramaturga, fotógrafa formó parte del futurismo italiano en Florencia, del surrealismo en París y del movimiento Da dà en Nueva York, admirada por Gertrude Stein, Ezra Pound o James Joyce y sin embargo es cruelmente recordada, solo, como una de las pioneras del feminismo. Mina Loy escribió: “Dejad de mirar a los hombres para averiguar lo que no sois. Buscad dentro de vosotras para saber lo que sois.” La verdad es personal e intransferible.
En 'Momentos, soledades y deseos' Yolanda explora la verdad única que habita en cada uno de nosotros; sin prejuicios y sin moral.