MaF 2023
16 febrero / 9 marzo

Qué es el MaF

Málaga de Festival, programación previa a la celebración de Festival de Málaga, busca celebrar la cultura con el cine como argumento con el fin de encontrar nuevos significados y lenguajes en torno a lo audiovisual, al tiempo que reflexiona sobre la realidad que estamos construyendo a través de las diversas actividades que conforman cada edición. Este diálogo con la disciplina cinematográfica, a través de diversas categorías y bajo miradas contemporáneas, que ofrezcan nuevos significados desde los que reflexionar sobre el ejercicio de la cultura, se divide en dos apartados o bloques, la programación abierta, que se elabora a partir de las propuestas recibidas mediante convocatoria, y la programación permanente, comisariada desde el propio Málaga de Festival.

MaF incorpora dos nuevas categorías a su estructura por disciplinas: Ciencia y Tech, que pensarán, revisarán y analizarán los actuales modelos científico tecnológicos desde el ámbito audiovisual para ampliar su significado y servir de vehículo de transferencia de conocimiento.

Ejes discursivos de MaF 2023

Para su edición de 2023, Málaga de Festival ha diseñado un eje discursivo por el que transcurrirá el grueso de la programación y al que ha denominado ‘Un mundo en liquidación’, del que a su vez nacen dos líneas sobre las que reflexionar a través de las actividades que formarán parte de MaF 2023.

  • La fortaleza de la convicción: Málaga de Festival propone mirar hacia lo que nos ha traído hasta aquí, pensar sobre aquellos valores sólidos y reconocibles por distintas generaciones, convicciones que solicitan fortaleza por la presencia invasiva de un mundo líquido que todo lo diluye y cuestiona, que todo convierte en etiqueta y que a todo le pone un precio.
  • La recuperación emocional: un mundo en liquidación también aspira a reflexionar sobre los estados de ánimo de la sociedad y sus habitantes. España se ha convertido en uno de los países del mundo con mayor consumo de ansiolíticos, y donde, por otro lado, sus habitantes presentan mayor dificultad para descansar con unos niveles de insomnio que se han disparado desde la irrupción de la pandemia. Este “estar mal” viene acompañado por unos niveles de desencanto colectivo e individual que influyen en la manera con la que nos relacionamos, desde el lenguaje que empleamos para dirigirnos a otros, hasta la participación en la vida social y en sociedad.