12/04/2018
Intervienen: Mirito Torreiro y Moisés Salama.
En el imaginario tibetano destaca una figura alegórica: Lungta, el caballo de viento, que representa la energía que fluye sin trabas cuando permanecemos totalmente en el ahora. Más allá de las diversas interpretaciones que este símbolo pueda tener en determinados contextos rituales o filosóficos, la imagen alude poéticamente a una actitud de afirmación vital, a la formidable posibilidad humana de subvertir los aconteceres depresivos que ensombrecen el mundo cabalgando a lomos del viento.
En este documental, la metáfora elegida como título no pretende caracterizar exclusivamente a su protagonista, por más que tanto el relato del pasado de Nando como el seguimiento de su vida actual descubren una forma de estar en el mundo que casan bien con ella, sino que se hace extensiva a otros personajes junto a los que él ha ido construyendo, destruyendo a veces, su propia existencia.
En ese sentido, la película tiene algo de retrato generacional, cuando se fija en el núcleo ácrata que cristalizó brevemente en el Madrid en torno a Agustín García Calvo durante la contestación universitaria de los 60 y en las posteriores peripecias de los refugiados políticos que en el París posterior al 68 van pasando del activismo político a la inmersión en la cultura de las drogas, una etapa de la que queda un fascinante testimonio en las películas realizadas por algunos de ellos.