Pedro Olea: “'Un hombre llamado Flor de Otoño' es tan de Pepe Sacristán como de Azcona y mía”
El director recoge la Biznaga que celebra los 40 años del estreno de la Película de Oro del 21 Festival de Málaga
El 21 Festival de Málaga ha recordado hoy el 40 aniversario del estreno de Un hombre llamado Flor de Otoño, Película de Oro de esta edición, con la entrega de una Biznaga a su realizador, Pedro Olea, quien ha asegurado que, además de ser una de sus películas favoritas, “es sin duda en la que mejor me lo he pasado trabajando”.
El Museo Picasso Málaga ha acogido hoy la proyección de la película, a la que ha precedido un coloquio moderado por el periodista y escritor Luis Alegre, en el que, además del propio Pedro Olea, han participado su protagonista, José Sacristán; Elena Sánchez (periodista, presentadora de los programas de TVE Historia de nuestro cine y Días de Cine); Andrea G. Bermejo (periodista, redactora jefe de la revista Cinemanía) y Fernando Méndez Leite (cineasta, historiador y crítico cinematográfico).
Un hombre llamado Flor de Otoño es el octavo largometraje de la filmografía de Pedro Olea, basado en la obra de teatro Flor de Otoño de José María Rodríguez Méndez. Al respecto, el director dijo que el autor de la obra teatral “se enfadó mucho al saber que no iba a intervenir en el guion de la película, sino que la iba a escribir Rafael Azcona”. “Siempre he creído que cine y teatro son dos lenguajes distintos y que un autor teatral metido a guionista al final barre para casa y sus propuestas siempre son más literarias”, señaló Olea.
La película fue una de las primeras películas que abordó el asunto de la homosexualidad en la España de la transición, una época que José Sacristán ha recordado con “mucha satisfacción por haber vivido ese momento, donde hubo una conjunción de inquietudes y todos nos uníamos para sacar adelante proyectos que te podían salir mejor o peor, pero que te ocupaban totalmente”.
La adaptación al cine tenía muchos pretendientes –Ricardo Franco, Jaime Camino, Luis García Berlanga- pero fue finalmente Pedro Olea quien se encargó de la adaptación tras adquirir los derechos el productor José Frade. Inicialmente se pensó en José Luis Gómez para el papel, pero “fue a ver la película Parranda –película de Gonzalo Suárez que protagonizaban ambos actores- y al ver a José Sacristán me olvidé de Gómez”.
Un hombre llamado Flor de Otoño también cuenta en su reparto con Carmen Carbonell, Félix Dafauce, Francisco Algora, José Franco, José Sacristán, Roberto Camardiel y Félix Dafauce. Narra la historia de Lluis de Serracant, un abogado que desciende de una familia burguesa y lleva una doble vida: mientras que por el día se ocupa de los asuntos de su trabajo, por la noche se transforma en Flor de Otoño, travesti que actúa en un pequeño cabaret de la Barcelona de los años 20. Lluís tiene un novio anarquista con el que comparte ideas y fragua junto con él y otro amigo llevar a cabo un atentado contra el tren en el que viajará el dictador Primo de Rivera.
En la película colaboraron con pequeños papeles personajes conocidos del ambiente gay madrileño y barcelonés del momento, entre los que destacan Paco España y el futuro director de cine Pedro Almodóvar. “Conocí a Pedro en una fiesta en casa de Fernando Colomo. Llegó con un proyector y empezó a poner tráileres de películas sin sonido mientras él iba improvisando la voz en off. Nos moríamos de la risa, así que cuando pidió formar parte del equipo técnico convencí a Frade para que lo contratara, y luego pidió un papel y le dimos un par de escenas”, ha recordado Pedro Olea.
También destacó que la aportación de José Sacristán no se limitó a la interpretación, sino que fue autor de la letra de uno de los cuplés que canta su personaje y modificó la escena en la que se confiesa a su madre. “Esta película es tan de Pepe Sacristán como de Azcona y mía”, ha reconocido Olea. Al respecto, Sacristán ha señalado “es una película queridísima para mi, que marcó no sólo mi recorrido fílmico sino también emocional”. Por su interpretación en Un hombre llamado Flor de Otoño, José Sacristán ganó el premio al mejor actor del Festival de San Sebastián de 1978, “aunque –bromeó- al recoger el premio dije que me tendrían que haber dado el de mejor actriz”.
El resto de participantes en el coloquio coincidieron en “la vigencia” de la película, que “no sólo aborda el tema de la homosexualidad, sino también de la libertad, la anarquía y las relaciones familiares”, ha señalado Elena Sánchez. “Es una película muy representativa de una época en la que el cine era el canal para denunciar situaciones y tratar realidades desconocidas hasta entonces”, ha agregado Andrea G. Bermejo. “La película mira a una época poco tratada en el cine, como es la dictadura de Primo de Rivera”, añadió Méndez Leite.
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