Los recuerdos, la memoria afectiva y las vivencias familiares protagonizan este martes la sección Documentales
La Sala de Turismo y Deporte de Andalucía ha acogido este martes la proyección de los cortometrajes ‘El Soldao’ y ‘Um mergulho em agua fría’; y los largometrajes ‘Landrían’ y ‘Nada sobre meu pai’. Cuatro títulos aparentemente dispares, pero con algo en común: la importancia de la memoria afectiva en la construcción del individuo.
La sesión empezaba con la breve presentación de ‘El soldao’, cortometraje dirigido por el barcelonés Alejandro Cabrera. Buceando en antiguas grabaciones caseras en Súper 8, Alejandro Cabrera ofrece una historia íntima y personal donde se indaga en el despoblamiento rural mientras intenta descubrir cómo los lugares que ya solo existen en los recuerdos construyen la personalidad de una persona. ‘Se trata de un homenaje a estos lugares de la infancia donde los tiempos se mezclan y todo ocurre simultáneamente’, señalaba el el realizador que acudió a su cita con el Festival de Málaga acompañado de su familia, hilo conductor del documental.
Dando continuidad a la jornada, el público presente en la Sala de Turismo y Deporte pudo conocer el desconocido legado de Nicolás Guillén Landrián, el primer director negro del cine cubano y objeto del documental dirigido por el cineasta Ernesto Daranas Serrano. Una aproximación a la vida y la obra de, cuyas vanguardistas películas fueron censuradas, mientras que su persona resultó sometida a prisión, internamientos psiquiátricos y finalmente al exilio.
‘Todo ocurrió de forma accidental. Fui a buscar y rescatar lo que se pudiera de su obra y descubrí que todo estaba a punto de perderse por un problema de tinte político’, recordaba Daranas el principio del proyecto que contó con la imprescindible colaboración de Gretel Alfonso, viuda de Landrián. En palabras del director, la figura de Gretel fue fundamental en la vida del fallecido vanguardista cubano: ‘Es curioso porque ella no quería salir en el documental, pero en efecto fue esencial en la vida de Landrián. Era la memoria viva de él y efectivamente, Landrían hubiera muerto mucho antes si no fuera por ella’.
Finalizando las proyecciones de este martes, la Sección Documentales a concurso ofreció los trabajos de dos directoras: la portuguesa Raquel Marques y la brasileña Susanna Lira, realizadoras de las películas ‘Um mergulho em água fría’ y ‘Nada sobre meu pai’, respectivamente.
Partiendo del antiguo álbum de fotografías de su abuela, la cineasta Raquel Marques reivindica la importancia de estos recuerdos para construir su identidad: “Era un mundo imaginario, de gentes y lugares que existieron antes de mí. Una especie de viaje al pasado que no conocí pero que hoy habito”. Con un lenguaje poético y bajo una mirada feminista, ‘Um mergulho en água fría’ pone de manifiesto la necesidad de mantener vivo este imaginario de familia.
Es precisamente la falta de esta memoria familiar lo que motiva Susanna Lira en su documental ‘Nada sobre meu pai’. La cinta revela la búsqueda por la historia de su padre, a quien nunca conoció. Hija de un joven guerrillero ecuatoriano que llegó a Brasil para luchar contra la dictadura militar en la década de 1970, va a Quito, ciudad natal de su padre, y expone su historia a decenas de vehículos de prensa ecuatoriana. En forma de road movie, conoce a padres potenciales que responden a los anuncios de la prensa. ‘Este documental es una exposición de mis vísceras, de cosas que guardé por muchos años. Yo tenía mucho miedo del rechazo y afrontarme a todo esto era muy duro’, aseguraba la realizadora brasileña al público que acudió al coloquio.
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