Un ‘anti documental’ de la naturaleza y un híbrido entre ficción y realidad protagonizan este jueves las propuestas de la sección de Documentales
El lugar del humano en la naturaleza y la dicotomía entre el individuo y la colectividad son algunos de los temas tratados en la jornada de este miércoles en la Sección Documentales del Festival de Málaga. ‘La visita de un pájaro’, ‘Salvaxe, salvaxe’, ‘Tudo o que vi era sol’ y ‘Quédate quieto’ han sido las películas presentadas en la Sala de Turismo y Deporte de Andalucia.
La sesión empezaba con ‘La visita de un pájaro’, cortometraje donde la directora sevillana Lucía del Valle revela su mirada ante el duelo por una pérdida. Al enfrentarse a este pesar por la muerte, Lucía del Valle se adentra en el mundo de la ornitología. ‘Propongo una especie de manual poético sobre una iniciación al mundo de las aves, desde la observación de esta hasta su anillamiento, atravesando los espacios vacíos, la gestualidad y lo paisajístico de todo este entorno’, sintetizaba la joven cineasta.
La observación es también el punto de partida del largometraje ‘Salvaxe, salvaxe’ proyectado a continuación. Dirigido por el director gallego Emilio Fonseca, la película explora las relaciones entre humanos y no humanos desde la búsqueda de la justicia interespecies. Como una clase de anti documental de naturaleza, ‘Salvaxe, salvaxe’ logra llevarnos hacía los montes gallego-portugueses y adentrarnos en ecosistema del lobo ibérico. ‘Esta película parte de la observación del lobo. No queríamos grabar imágenes violentas. Probamos diferentes cosas para acercarnos a los animales sin interferir en su hábitat porque en realidad grabarlos es una situación de asedio. Así que usamos las imágenes de los científicos y nada más’, ha explicado Emilio Fonseca sobre su documental que busca denunciar el sometimiento y exterminio del lobo ibérico.
Cambiando de contexto, la jornada ha seguido con la exhibición de ‘Tudo que vi era o sol’, cortometraje realizado por los directores Leonardo Amaral, Pedro Maia de Brito y Ralph Antunes. La película hace un retrato muy particular de la vida de Gil, un albañil que vive en una pequeña ciudad del estado de Minas Gerais en Brasil. Una historia de amor, esperanzas perdidas y sueños por cumplir.
La búsqueda por un futuro prometedor ha servido de argumento para el último documental de la jornada: ‘Quédate quieto’ de la premiada directora peruana Joanna Lombardi. Abordando la lucha por una vida digna en un país marcado por la corrupción, Joanna Lombardi acompaña durante tres años las vidas de las personas que viven en el cementerio clandestino en Pachacutec, Ventanilla. ‘En Perú, se logras quedarte en un terreno durante un período, al final logras tenerlo en posesión. Es como un libre mercado y eso hace con que las ciudades crezcan sin orden’, comentaba la directora al público que asistía al coloquio.
‘Quédate quieto’ retrata dos historias paralelas: la vida de Hilton cuyo trabajo consiste en cavar las tumbas de los fallecidos que llegan a ‘poblar’ el cementerio clandestino y la historia de Hilda y Cristina, dos jóvenes que llegan a la misma zona para apoderarse de un pequeño lote, como parte de una masiva invasión. La invasión y el cementerio están cerca y los muertos parecen haber conseguido lo que ellas desean: un hogar.
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