El Salón Rossini ha acogido este mediodía una charla de la Fundación AISGE en la que se ha comentado y resaltado la precaria situación en la que viven los artistas a nivel nacional, haciendo hincapié y reclamando de forma especial la que afecta a aquellos que desarrollan su profesión en Andalucía. Un acto en el que han estado presente de forma online, a través de una videollamada, Emilio Gutiérrez Caba y Abel Martín, presidente y director de la fundación, respectivamente; físicamente, Susana Córdoba e Iván Arpa, patrona y coordinador del Área Asistencial de la entidad, respectivamente; y Juan Antonio Vigar, director del Festival de Málaga, quienes han desgranado el Informe sociolaboral de actores/actrices y bailarines/as que AISGE elabora anualmente.

Vivir del arte no es nada sencillo en ningún lugar de España, pero resulta aún más complicado en el caso concreto de Andalucía. Solo el 9 por ciento de los actores, actrices y demás artistas audiovisuales afincados en las ocho provincias andaluzas superan el listón de los 18.000 euros de ingresos anuales (poco más que el salario mínimo interprofesional, que equivale a casi 16.000 euros), un índice muy inferior al de la media en toda España, donde quienes consiguen ingresar más de esos 18.000 euros son el 16 por ciento. Es más, tres de cada cuatro socios y socias de AISGE encuestados en Andalucía –exactamente el 75 por ciento– perciben menos de 6.000 euros al año por su labor artística, mientras que en esa situación se encuentran “solo” el 60 por ciento de los artistas a nivel estatal.

Estas cifras se recogen en el Informe sociolaboral de actores/actrices y bailarines/as en España, un exhaustivo análisis que la Fundación AISGE elaboró a lo largo de todo el año 2023 a partir de 3.410 encuestas realizadas a sus socios y socias a nivel nacional, y de las que cerca de 300 se corresponden al territorio andaluz. Las dimensiones de este trabajo de campo, que abarca a casi el 40 por ciento de los artistas audiovisuales del país, refrendan la fiabilidad de un estudio que demuestra que el 84 por ciento de los profesionales andaluces se encuentran por debajo de la línea de pobreza en función de sus ingresos estrictamente en el sector (72 por ciento en el conjunto de España).
La enorme dificultad para llegar a final de mes solo con la actividad artística implica que una inmensa mayoría de encuestados ha de contemplar un plan B; es decir, procurarse una segunda fuente de ingresos al margen de la interpretación. La situación mejora un poco, como es lógico, si tenemos en cuenta estos ingresos suplementarios. Los encuestados en Andalucía que superan esos referenciados 18.000 euros al año dan el salto hasta el 21 por ciento, mientras que por debajo de los 6.000 euros al año se quedan el 37 por ciento de nuestros artistas en esta comunidad autónoma. Aun así, continúa en situación de pobreza –que se entiende a efectos estadísticos como menos del 60 por ciento del salario mínimo interprofesional– un porcentaje elevadísimo: el 57 por ciento de los artistas andaluces (el 44 por ciento en el total de artistas españoles, el 20 por ciento en el conjunto de la sociedad española).

Como ‘no queda otra’, los artistas andaluces que recurren al mencionado plan B o segunda fuente de ingresos son el 60 por ciento del total, una cifra sensiblemente superior a la del cómputo general en España (52 por ciento). Y esos segundos trabajos son, muy a menudo, ‘de lo que sea’: en tres de cada cuatro casos (73 por ciento), esos segundos trabajos en los que se embarcan los actores y actrices andaluces no tienen nada que ver con el sector del arte o de la cultura. 

La tasa actual de paro artístico (profesionales sin trabajo en su oficio) en Andalucía, siempre según las averiguaciones recopiladas en el Informe sociolaboral de la Fundación AISGE, supera ligeramente el 40 por ciento. También en este caso los nubarrones sobre el sector son más densos que en el conjunto de España (35 por ciento de la media estatal). El promedio de días trabajados al año para el conjunto de artistas en Andalucía es de 46, si bien existen diferencias relevantes en función del área de actividad: los profesionales andaluces del doblaje sí que se las ingenian para contabilizar 156 jornadas trabajadas, pero las cifras se desploman hasta los 45 días al año de los artistas de teatro y los solo 23 días anuales en el caso de actores y actrices del ámbito audiovisual. 

Las condiciones de esos trabajos tampoco son, por lo general, las mejores. El 13 por ciento de los artistas andaluces confiesan trabajar ‘habitualmente’ sin contrato, un índice que es mucho más alarmante en el caso específico del doblaje (41 por ciento). El ingreso medio diario para la profesión artística andaluza es de 139 euros, pero también aquí se aprecian diferencias significativas por sectores: en el audiovisual se embolsan al día unos 246 euros, una cifra que se va desplomando sucesivamente en los casos del teatro (125 euros diarios), doblaje (108 euros) y danza, con solo 86 euros de rendimiento por jornada trabajada.

El paro estricto entre los artistas andaluces (contemplando también segundos empleos) se queda en el 14 por ciento del total, un baremo igual al del conjunto de los artistas españoles y que supera al dato del paro general en España (11,8 por ciento). De ahí la importancia extrema de las prestaciones sociales, más aún en un caso tan depauperado como el andaluz. Es muy llamativo el peso de la labor asistencial de la Fundación AISGE en el caso concreto de Andalucía. El 29 por ciento de los socios y socias encuestados en la región han accedido a ayudas de esta entidad, que en el global de todo el Estado destinó durante 2023 un total de 3,8 millones de euros a su bolsa solidaria.
En Andalucía ha gozado de una implantación extraordinaria el programa concreto #NiUnaNeveraVacía, que asigna una tarjeta de supermercado precargada con entre 100 y 300 euros mensuales para la compra de productos básicos de alimentación y primera necesidad. De esta campaña se beneficiaron el 11 por ciento de los profesionales del audiovisual, un 7 por ciento de los de teatro y un 5 por ciento de los de danza.

Los ingresos de las mujeres artistas, muy inferiores

La brecha de género –diferencia de ingresos entre hombres y mujeres– sigue siendo un problema muy acentuado entre los artistas de toda España, pero se vuelve abismal en el caso andaluz. Las mujeres andaluzas encuestadas por la Fundación AISGE para este Informe sociolaboral perciben por su trabajo como artistas una media anual de solo 3.300 euros, mientras que esta cifra asciende en el caso de sus compañeros masculinos hasta los 8.180 euros. Se trata de un desequilibrio del 60 por ciento, más agudo aún que el detectado a nivel estatal, donde además las ganancias son bastante superiores. En concreto, los ingresos  artísticos medios en España son de 8.320 euros para ellas frente a 11.677 euros para los hombres.

¿Qué sucede? El problema no se centra tanto en los sueldos negociados como en el volumen de trabajo. Las artistas andaluzas trabajan en el sector una media de 38 jornadas al año, mientras que sus compañeros masculinos estiran esta referencia hasta las 52 jornadas. Como consecuencia inmediata, ellas deben trabajar mucho más que ellos en segundas ocupaciones. Y solo así se equilibran, hasta casi igualarse, los ingresos. Considerando todo tipo de empleos, las artistas encuestadas en Andalucía ingresaron una media de 12.900 euros, y sus compañeros masculinos llegaron hasta los 13.100 euros. 

La muestra estadística obtenida por la Fundación AISGE permite determinar que Andalucía cuenta con un 55 por ciento de artistas varones y un 45 por ciento de mujeres. Esta mayoría masculina es más significativa en el caso del audiovisual (60 por ciento). En cambio, como también suele suceder en el cómputo nacional, hay predominio de la mujer en el caso de la danza (67 por ciento, dos de cada tres). La edad media de los encuestados y encuestadas andaluces, computando todos los sectores, se cifró en 46 años.
Andalucía aglutina al 8 por ciento de los socios y socias de AISGE, lo que equivale a algo más de 1.000 personas. Existe una muy fuerte concentración territorial en las provincias de Sevilla (55 por ciento del total) y Málaga (23 por ciento), mientras que a bastante distancia nos encontramos con Cádiz (8 por ciento) y Granada (5 por ciento). Las otras cuatro provincias –Almería, Córdoba, Huelva y Jaén– han de conformarse con porcentajes inferiores al 2 por ciento.