El director Antonio Chavarrías ha presentado ‘La abadesa’, un retrato inmersivo de un personaje intrahistórico que encontró por azar en un libro de historia que solo le dedicaba un párrafo, una mujer fuerte que se rebela contra su destino en pleno siglo IX –un período poco explorado en el cine- y rodeada por un entorno hostil. Con este nuevo largometraje compite en Sección Oficial a concurso.
Se trata de una coproducción hispano-belga, cuya historia gira en torno a la abadesa Emma, su personaje principal interpretado por Daniela Brown. La abadesa existió en la vida real, pero de ella prácticamente no había información más allá de los documentos históricos que acreditaban que fundó un pueblo y una iglesia.
Vivía en territorios fronterizos entre cristianos y musulmanes del siglo IX, donde tendrá que superar la desconfianza para desafiar a las estructuras de poder del momento. A Brown le acompañan Blanca Romero, Carlos Cuevas, Ernest Villegas, Berta Sánchez, Oriol Genís y Joaquín Notario, quienes completan el reparto.
El hecho de no disponer de mucha información sobre este personaje podría ser una dificultad para crear la película. Sin embargo, Chavarrías lo afrontó como una oportunidad para recrear al personaje desde la libertad, tal y como él podía imaginarle.
El rodaje tuvo lugar en el castillo de Loarre durante siete semanas, donde el equipo se enfrentó a dificultades como las inclemencias meteorológicas durante los meses más duros del invierno y una iluminación muy oscura.
‘Lo que primero le atrajo de ella fue que a una edad muy temprana –a los 17 años- decidió ejercer un poder -seguramente por ingenuidad- para rebelarse contra su entorno hostil y provocar toda una tormenta a su alrededor, escapando de su propio destino’, así ha desgranado Chavarrías la esencia del guion, también escrito por él.
Brown ha hecho hincapié en el reto que supuso interpretar a un personaje de época sin que sonase artificioso o con una falsa epicidad. Para ello tomó como referentes a figuras históricas religiosas como Santa Teresa de Jesús o Juana de Arco, pero también mujeres poderosas de la vida real, incluso de su propia familia.
En el siglo IX, Emma de 17 años, es nombrada abadesa con el fin de repoblar y cristianizar territorios en conflicto con los moriscos. Al llegar a la Abadía tendrá que superar la desconfianza que despierta una mujer decidida a cumplir con su misión, lo que le llevará a enfrentarse a nobles, campesinos y a las propias monjas. Pese a todo, Emma demostrará que, con determinación y voluntad, es posible desafiar las estructuras de poder establecidas. Aunque pagará un alto precio para conseguirlo.