La Sección Oficial de Documentales llega a su séptima jornada con piezas que buscan reflexionar sobre el olvido
El Festival de Málaga proyecta cuatro historias que viajan desde el Sáhara Occidental hasta la ciudad de Valparaíso, pasando por Soria y La Rioja
En la penúltima jornada de la Sección Oficial de Documentales, el Centro Cultural María Victoria Atencia ha acogido las proyecciones de cuatro títulos con distintas temáticas. Películas que han abordado la memoria histórica, la lucha del pueblo saharaui, la unión de un cuerpo de bomberos en Chile y la búsqueda de respuestas a un feminicidio sin resolver.
‘Mariem: La voz de las mujeres saharauis’
Dirigido por el director limeño Javier Corcuera, el cortometraje ‘Mariem’ recoge el testimonio de Mariem Hassan, refugiada saharaui, compositora y la cantante más representativa del Sáhara Occidental, que falleció en 2015 como consecuencia de un cáncer. Poco antes de morir, Mariem se retira a los territorios liberados, lugar donde pasó su infancia. Y desde ese lugar nos cuenta su historia y canta por última vez.
En su presentación en el Festival de Málaga, el público pudo conocer a una de las hijas de Mariem, Aghall Hassan que se sinceró sobre el documental: “Esta película es una representación de mi infancia. Visibiliza todo el tema del Sahara Occidental. Explica tantas cosas en tan poco tiempo y da voz a las mujeres saharauis.”
‘Suerte de Pinos: llegar a la verdad’
Ambientado en el pequeño pueblo de Soria, Salduero, el documental ‘Suerte de Pinos’ es el resultado de una investigación desarrollada por la guionista y directora Lorena Muñoz para elucidar un doble feminicidio: el asesinato de su bisabuela y la hija de ella hace setenta años. Viajando desde Argentina, la directora se sumerge en la vida de este pueblo perdido en medio de un inmenso bosque de pinos en el norte de España.
“La gente en general no quiere meterse a excavar historias del pasado, pero para mi familia este tema era un peso, un nudo que no se desataba. Mi madre nunca quiso saber de nada relacionado con este incidente, pero tampoco se interpuso cuando empecé a investigar. En todo este proceso de rodaje, ella nunca me preguntó directamente por nada, pero no me extrañaría si le encontrara viendo este documental en una sala de cine a escondidas”, comentaba Lorena Muñoz en el coloquio después de la proyección.
‘Recuerdos para el que por mí pregunte: cartas contra el olvido’
Las últimas palabras que los prisioneros de la Guerra Civil dijeron antes de despedirse de sus seres queridos sirven de hilo conductor para el documental del cineasta peruano Fernando Vílchez Rodríguez. Adentrándose en la vida de varios pueblos de La Rioja, Fernando Vílchez recupera papeles antiguos y postales gastadas donde estas palabras de despedida se escribieron. Hoy, casi noventa años después, los nietos, bisnietas y demás familiares leen las líneas de los que estaban a punto de morir. Con sus voces, una memoria parece despertar.
Conocido por su cine basado en indagaciones personales acerca de la sociedad a través del archivo, Fernando Vilchez compartió con los espectadores algunas impresiones del rodaje: “Es impactante ver cómo las generaciones anteriores están cubiertas por el silencio. Quizás por el dolor, por precaución, por miedo. Y ahora, la cuarta generación de aquellos presos es la que tiene herramientas para dar visibilidad a estas cartas que siguen muy vivas”.
‘Pirópolis: una comunidad contra el fuego’
Bajo la dirección de Nicolás Molina y la producción de Francisca Barraza y Joséphine Schroeder, el largometraje Pirópolis realiza un seguimiento íntimo a una compañía de bomberos en Valparaíso, Chile. Por medio de grabaciones realizadas por su propio director, Pirópolis nos sumerge en la ardiente ciudad-puerto chilena a través de la Pompe France, una compañía de bomberos voluntarios con vínculos diplomáticos en Francia. En medio de incendios forestales y la expansión del fuego hacia la ciudad, desafían su status quo al acoger a mujeres en la brigada y enfrentar la partida de su capitán.
“Nicolás es un registrador. Él y la cámara están atados. Así que cuando quería grabar algo, salía corriendo buscando lo que él define como la ‘la magia del plano’. Por eso teníamos un equipo reducido para acompañar su ritmo frenético”, comentaba Francisca Bazarra, una de las productoras en el coloquio al final de la jornada.
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