Que la cinematografía catalana es una de las más prolíficas del panorama nacional es un asunto que no discute nadie. No hay que olvidar el talentoso aporte de la ESCAC, la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña, que se ha revelado como una cantera de realizadores y cineastas muy reconocidos en los últimos años.

Lo que sí es más objeto de estudio es la estrecha relación que tienen los directores y las producciones catalanas con el Festival de Málaga, que en muchas ocasiones se ha erigido en el mejor trampolín hacia el éxito comercial de las mismas, e incluso en unos cuantos casos, la primera estación en el largo camino hacia los Premios Goya. Hay que recordar como dato curioso que de los ocho últimos directores de la película ganadora en Málaga, seis de ellos son nacidos en Cataluña.

Si hacemos un repaso a las ediciones celebradas del Festival, la presencia de películas catalanas ha sido constante y uniforme desde que Málaga se incorporara al circuito de festivales en 1998. Desde Subjúdice, una trama de abogados dirigida por Josep María Forn, que fue una de las cuatro películas en la Sección Oficial del primer Festival de Málaga, hasta Los días que vendrán, de Carles Marqués Marcet, que se hizo con la Biznaga de Oro en la última edición celebrada en marzo de este año, el listado de películas catalanas presentes en Málaga es realmente amplio y exitoso. Algunas de ellas iniciaron su camino al amparo de las bambalinas malagueñas y lo acabaron consiguiendo nominaciones y Premios Goya.

Cronológicamente hablando hemos de hacer una primera parada en la tercera edición del Festival, año 2000, cuando el realizador Cesc Gay trajo Krampack, una cinta en la que dos adolescentes descubrían su verdadera sexualidad durante un veraneo en la costa catalana. Gay obtuvo el Premio a la Mejor Dirección en Málaga y meses después fue nominado, sin éxito, a la Mejor Dirección Novel. Krampack tuvo otras dos nominaciones: al Mejor Guión Adaptado y al Mejor Actor Revelación, en la persona de Jordi Vílchez.

Hubo que esperar al año siguiente, en los Goya de 2002, para que una película catalana que había triunfado en Málaga se llevara un Goya. Sin vergüenza, de Joaquín Oristrell, una comedia coral y de enredo en la que se mostraba el mundo competitivo de los actores, ganó un Goya a la Mejor Actriz de Reparto en la persona de otra catalana universal, Rosa María Sardá. El propio Oristrell optó al Goya al Mejor Guión Original y solo sucumbió ante Alejandro Amenábar y Los otros. Sin vergüenza obtuvo la Biznaga de Oro del Festival, el Mejor Guión y la Mejor Interpretación Femenina con Verónica Forqué.

Tapas, del binomio José Corbacho y Juan Cruz, fue la siguiente película en hacer coincidir premio en Málaga y Premio Goya. La cinta narraba varias historias que se entrelazaban en un barrio obrero de una gran ciudad. La historia cautivó al publico malagueño y Tapas se llevó tres premios en 2005: Mejor Película, Mejor Actriz (Elvira Mínguez) y el Premio del Público. En los Goya, Elvira Mínguez repitió título y Cruz y Corbacho se llevaron la Mejor Dirección Novel.

Corbacho y Cruz repitieron tres años más tarde, en 2008, cuando presentaron Cobardes, una historia en la que el bullying escolar era el protagonista. La cinta se llevó en nuestro festival el Premio de la Crítica y el del Público, pero no pudo refrendar su éxito en los Goya en su única candidatura, otra vez Elvira Mínguez, a Mejor Actriz de Reparto.

En el festival del año siguiente, 2009, pasó por Málaga Tres días con la familia, el primer trabajo de la directora Mar Coll, una historia que ponía al desnudo los desencuentros personales entre los miembros de una familia de la burguesía catalana durante los tres días de exequias por el abuelo fallecido. Mar Coll se hizo acreedora del Goya a la Mejor Dirección Novel mientras que una de sus actrices, Nausicaa Bonín, se tuvo que conformar con la nominación a la Mejor Actriz Revelación. En Málaga, aparte de Coll y Bonín, Eduard Fernández también se hizo con la Biznaga al Mejor Actor.

Más historias de éxito

Los niños salvajes, de Patricia Ferreira, un drama que contaba la inadaptación de tres adolescentes con su entorno y con su familia, triunfó en la edición de 2012 de nuestro festival llevándose los premios a la Mejor Película, Guión, Actor y Actriz secundario (Álex Monner y Aína Clotet) y refrendó sus buenas sensaciones con tres nominaciones a los Goya, para el propio Álex Monner y Cati Solivellas, además de la Mejor Canción. Desgraciadamente no se llevó ninguno de los tres premios y no pudo continuar con la racha de premios que inició en Málaga.

La relación de una pareja, Álex y Sergi, separada por un océano de distancia, es el argumento de 10.000 km., de Carles Marques Marcet, Biznaga de Oro en el 2014 con esta cinta, primera parte de una trilogía que incluye Tierra firme y Los días que vendrán, ganadora este año en nuestro festival. Los 10.000 km de Marcet sumaron en Málaga los premios a la Mejor Dirección, Mejor Actriz (Natalia Tena), Mejor Guión y el Premio especial de la Crítica. En los Goya, Marqués Marcet se alzó con el cabezón a la Mejor Dirección Novel. David Verdaguer y Natalia Tena, la pareja protagonista, se tuvieron que conformar con sendas nominaciones a actor y actriz revelación.

La próxima piel, de Isaki Lacuesta e Isa Campo, una inquietante película que juega con el espectador, que no sabe si es un impostor o no un adolescente desaparecido que regresa tras ocho años a su casa con su familia, recibió en Málaga el Premio Especial del Jurado, dirección, montaje y actriz, para Emma Suárez, quien también recibió meses más tarde el Goya a la Mejor Actriz de reparto en la única candidatura de la película de Lacuesta y Campo.

Verano del 93, de Carla Simón es, hasta la fecha, el último ejemplo de doble triunfo en el Festival de Málaga y en los Goya. La película, ganadora de la Biznaga de Oro en el Festival de 2017, cuenta, en registro autobiográfico, cómo dos hermanas se tienen que adaptar a su nueva familia tras la desaparición de sus padres. La cinta de Simón es, junto a AzulOscuroCasiNegro, de Sánchez Arévalo, la película “malagueña” que más Goyas tiene, tres (Carla Simón en la Dirección Novel, David Verdaguer como Actor de reparto y la niña Bruna Cusí, como Actriz Revelación) y la que más nominaciones acumula, con ocho (a los tres premios hay que sumarle las candidaturas a Mejor Película, Mejor Guión Original, Mejor Dirección de Producción, Mejor Dirección de Fotografía y Mejor Montaje).

Otras películas catalanas que triunfaron en nuestro festival y no alcanzaron nominaciones a los Goya fueron, entre otras, las dos últimas ganadoras de la Biznaga de Oro: Los días que vendrán, de Carlos Marqués Marcet; Las distancias, de Elena Trapé; Con el viento, de Meritxell Colell, que ganó en el Festival de 2018 la Sección ZonaZine, al igual que lo hizo Julia Ist, de Elena Martín, en la misma sección en 2017.