Cinema Cocina enseña el lado más solidario de la gastronomía en el Madrid de la pandemia y el lejano Perú
‘PanSoy, cambiando vidas’ de Richard Roncal Valdivia; y ‘En el barrio’ de Luis Mengs plantearon diversos aspectos sociales en torno a los fogones
La sesión del miércoles 9 de Cinema Cocina ha traído hasta 24 Festival de Málaga un par de trabajos que abordan un aspecto de la gastronomía que tiene que ver con la solidaridad. La cinta de Richard Roncal Valdivia, ‘PanSoy, cambiando vidas’ llegó desde Perú para participar en la sección oficial del certamen en torno a la cocina con una propuesta documental que retrata varios aspectos de la alta cocina y de la alimentación en general del país andino. Además, se proyectó ‘En el barrio’, una película fuera de concurso rodada durante los meses más duros del confinamiento por Luis Mengs.
‘PanSoy, cambiando vidas’ enseña la colorida cocina tradicional peruana dentro del circuito de restaurantes de éxito y fuera, pero sobre todo se basa en la propuesta que recibieron un grupo de personas sin demasiados medios pero con ganas de arrancar algo importante en el mundo de la restauración: maquinaria y formación a cambio de donar cien raciones diarias de comida a gente sin recursos. La propuesta de Richard Roncal explica cómo se puede contagiar el entusiasmo y ayudar de manera recíproca a través de algo tan cotidiano como la comida. Optimista, colorido y peculiar trabajo desde Perú, que se une a México, Colombia y Panamá en la nómina de países que han enseñado películas en el Albéniz durante la presente edición de Cinema Cocina.
Por su parte, ‘En el barrio’, proyectada fuera de concurso, cuenta cómo en un populoso barrio de Madrid, la gente se organizó en torno a un mercado para confeccionar una red de apoyo en el que los puestos del mercado y los vecinos colaboraron con bancos de alimentos y comedores públicos. Los habitantes del barrio aprovecharon la ayuda de restauradores que pusieron sus fogones y su trabajo y de los voluntarios para ayudar a la gente que tuvo problemas de alimentación durante los primeros meses del confinamiento total.
Su director, Luis Meng, vecino del barrio, participó en la mesa redonda moderada por Álvaro Muñoz y explicó parte de los motivos que le llevaron a iniciar el rodaje. “Empecé a trabajar de voluntario, no tenía la idea de hacer un documental. Un día tuve que llevar medicinas y comida a una vivienda y salí muy zarandeado de allí. Había vecinos que lo estaban pasando fatal y no nos dábamos cuenta. Aquel caso en concreto era un hombre, de mi edad, que estaba en unas condiciones que no podían ser. Entendí que no podemos mirar para otro lado”, relató el director del largometraje que no ha contado con ningún tipo de financiación externa.
Meng sacó alguno de los ejemplos de solidaridad más allá de las donaciones de comida o sitio: “Rodamos en un restaurante que no es una casa de comidas al uso para menús de la gente. Es un restaurante de máxima calidad y es algo a destacar. Pensaron, no podemos mandar nuestro producto, ¿qué podemos hacer? Pues macarrones o cualquier cosa. Margarita, la señora de la limpieza, que trabaja limpiando cocinas para ellos, algo muy duro, no cobró esos días que trabajó también, como el restaurante”.
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