Los dos proyectos que han iniciado el primer pase documental de la séptima jornada del Festival de Málaga han estado basados en relatos de mujeres y reflexiones respecto a la manera en que el peso de la familia gravita sobre nosotros. La directora chilena Valeria Hofmann ha abierto el pase de proyecciones con su trabajo ‘La siesta del carnero’. A las 18h de la tarde la sede oficial de la sección ha sido testigo de la presentación por parte de su guionista, Lucía Naval y el productor Rodrigo Díaz. Tras compartir con el público la emoción de proyectar el trabajo por primera vez en un marco cinematográfico, la guionista ha explicado que la idea surgió como ejercicio de un Máster Experimental sobre cine roto en el que, junto a Hofmann inician una estructura de guión marcada que con el tiempo se acaba rompiendo. Lejos de un guión ortodoxo, presentan un trabajo a modo de mapa conceptual poniendo sobre la mesa las ideas que fueron compartiendo durante el proceso. Lucía y Valeria son las protagonistas de este corto en el que para conformar un menú utilizan las cartas del Tarot. Con el fin de descubrir cómo se conectan España y Chile, las dos amigas viajan desde un país a otro, sin salir de su apartamento madrileño. Estas dos brujas intentan descubrir el significado de la tercera carta mediante un ritual improvisado que conectará ambos continentes para volver a sus orígenes familiares a través de la comida. Con la cocina como escenografía habitual y la gastronomía como temática presente en todo el proyecto, a través de bodegones, mapas y videollamadas Valeria Hofmann vuelve a presentar una reflexión sobre las distintas formas de habitar los territorios. En la misma línea de proyectos internacionales la cinta de Catarina Mourão ha presentado la historia personal de la artista plástica Ana Marchand para reunir los escritos de distintos autores, entre los que se encuentra su tío abuelo, Maurizio Piscicelli. Con Marchand como eje temporal de los distintos períodos descritos por estos autores, inicia un viaje de búsqueda espiritual que le permitirá armar un rompecabezas familiar sobre su identidad cultural. En la sección documental fuera de concurso, tres proyectos han centrado las proyecciones de pases especiales iniciados en Centro Cultural María Victoria Atencia con un filme de Nuria Vargas Rivas sobre los trovadores de Las Alpujarras. La directora, junto con sus protagonistas han presentado ‘Controverso’. Un viaje musical sobre la poesía improvisada con las mayores figuras de la improvisación de habla hispana. Vargas Rivas ha explicado que una de sus principales prioridades era que su primera producción “girase entorno a la figura del trovero”. En forma de viaje musical hacia la poesía, Luna es quien protagoniza la trama principal de la película, una joven interesada en la cultura hip hop de madre alpujarreña y abuela cubana. La protagonista también ha tenido palabras de agradecimiento para su directora por “saber elegir bien el camino, entre tantas lecturas posibles del mundo del trovo”. En ‘Controverso’ una noche conoce al improvisador cubano Alexis Díaz Pimienta que le introduce en el mundo de los troveros de La Alpujarra y de los repentistas de Cuba. Luna emprende así un viaje para conocer el trovo que le llevará hasta Cuba para conectar el freestyle con la tradición poética oral más antigua del mundo. También en línea musical pero ahondando en las raíces flamencas, el segundo pase especial de la tarde ha tenido como protagonista la road movie ‘Trance’, en la que su director, Emilio Belmonte, se embarca durante dos años en un viaje de seguimiento junto al saxofonista que sentó las bases para la fusión del jazz con la música jonda, Jorge Pardo. El director viaja junto al artista al encuentro de músicos como Chick Corea, Niño Josele, Duquende o Ana Morales entre otros, con el propósito de organizar un concierto especial llamado ‘Trance’. A la presentación han acudido su director y su protagonista, Jorge Pardo, ante el Auditorio del Museo Picasso rendido a la figura del músico. Belmonte ha presentado este segundo volúmen de la trilogía que inició con su incursión en el flamenco de la mano de Rocio Molina. En recuerdo del primer encuentro que tuvo con el saxofonista, ha reconocido el “flechazo” que le provocó embarcarse con él en esta aventura tras años de admiración por el músico. El último pase de cine documental fuera de concurso ha concluido con un filme de Antonio Pérez Molero y la conexión entre el Viejo Mundo y la América recién descubierta por los españolas. En el Centro Cultural María Victoria Atencia, el director ha presentado ‘La flota de indias’ acompañado de los productores, Valerie Delpierre y Javier Morillo, y ha recalcado que su motivación para iniciar el proyecto fue aportar al terreno cinematográfico una historia fascinante de América sobre su comercio y comunicación. Los dos continentes que requerirán de un cordón umbilical que haga posible la verdadera conexión encuentran su punto de unión en las flotas de Indias, unos de los sistemas navales más exitosos de la historia, que con su incansable ir y venir durante más de dos siglos, terminarán transformando el Nuevo Mundo e iniciando el proceso de globalización. El documental ha contado con el asesoramiento histórico de Manuel Lucena, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y apunta a una reflexión histórica cuando se cumplen 500 años de la primera vuelta al mundo y de una de las historias más apasionantes de la humanidad. El último pase de la tarde en el Teatro Echegaray se ha centrado en diálogo femenino, protagonista de tres proyectos distintos con el mismo punto en común. La primera propuesta en forma de cortometraje de María Elorza y Koldo Almandoz, muestra una interesante reflexión sobre cómo abordar el tema de la violencia de género. ‘Quebrantos’ muestra interferencias, silencios y fisuras a través de la conversación entre dos mujeres sobre la violencia machista, fusionada con materiales de origen muy diverso. A la presentación han acudido sus dos directores, María Elorza y Koldo Almandoz y han incidido en “la suerte y la necesidad de compartir el proyecto con la mirada de un público presencial”. Tras su paso por más de una veintena de Festivales de prestigio como el Cinemed de Montpelier, Cortogenia de Madrid o Aguilar de Campoo de Palencia y haber recibido casi una decena de premios, aterriza ahora en el Festival de Málaga. ‘Quebrantos’ construye en siete minutos una historia basada en la entrevista que la periodista Maite Artola hizo a la víctima de violencia machista Ziortza Linares en un programa de la radio vasca. ‘Naturaleza muerta’ es el título que ha cerrado los cortometrajes documentales de la tarde con una nueva propuesta de la realizadora Carolina Astudillo. La directora, conocida ya por el Festival y premiada en dos ocasiones con la Biznaga de Plata a Mejor Documental por anteriores trabajos, ha presentado la historia de una nieta que descubre que el pasado de su abuela es muy diferente a lo que le habían contado. En su ya habitual forma de indagar en la mujer desconocida, Astudillo vuelve a trabajar con material de archivo, una de sus especialidades. La directora ha revelado durante la presentación el tema central del cortometraje. Una nieta descubre que el pasado de su abuela era muy diferente a lo que le habían contado. ¿Será que en tiempos de guerra la moral queda supeditada a la supervivencia? ‘La primera mujer’ ha sido la encargada de cerrar la jornada de sección documental con el largometraje de Miguel Eek, presentado por el propio director y las productoras Virginia Galán y Marta Castells. Eva es la protagonista de esta historia, que tras seis años de ingreso en un hospital psiquiátrico inicia un viaje interior en busca de una vida normal. Tras encontrar la estabilidad en un nuevo hogar, sus aspiraciones empiezan a hacerse realidad; tener trabajo y sueldo propio, recuperar la relación con madre, pero por encima de todo el anhelo de reencontrarse con su hijo y pedirle perdón, tras quince años de silencio.